Hasta un 3% de la población permanece con los caninos o colmillos “incluidos”, es decir, dentro del hueso sin poder salir pasada la edad en la que les tocaría hacerlo.
Las causas son variadas: hay un gran componente genético, pero también influyen factores del desarrollo de las arcadas dentarías, como una dieta especialmente blanda en la infancia.
Cuando el canino no llega a salir hay que estudiar minuciosamente el caso ya que existen varias alternativas: Puede interesar extraerlo quirúrgicamente mediante una sencilla operación, traccionarlos mediante ortodoncia para ayudarles a salir o, en otros casos simplemente no hacer nada y vigilarlos.
Tanto si hay que traccionar el canino como si hubiera que extraerlo, la cirugía es sencilla y puede realizarse bajo anestesia local o, si el paciente lo prefiere, bajo sedación en la propia clínica. Con unos cuidados básicos, el postoperatorio será confortable y completamente indoloro.